Ofrecen, sin embargo, en su conjunto, datos bastantes para señalar al dialecto yapiga un puesto entre el número de los indogermánicos. Otros datos de pronunciación y declinación, revelan más afinidad de este dialecto con la lengua griega que con la italiana, lo que demuestra la gran facilidad con que los yapigas se helenizaron. La Apulia, que Timeo, en el siglo IV de Jesucristo describe como un país bárbaro, aparece en el siglo siguiente convertida en región griega, sin que se tenga noticia de reciente colonización alguna. Confirma, pues, esta impotencia de los yapigas para conservar su caracter nacional y propio, la conjetura, ya inspirada por el país mismo que ocupasen, de haber sido ellos los primeros habitadores de Italia, los autóctonos históricos de la península. Si es, además, verdad reconocida que las primeras invasiones, como observa el historiador alemán Mommsen, debieron realizarse por tierra, tanto más justo es admitir que las de nuestro país vinieron también por esta vía, siendo en lo antiguo nuestras costas de acceso tan dificultoso que, aún en los tiempos de Homero, eran totalmente desconocidas a los helenos. Y si los primeros pueblos de Italia bajaron a ella por los Alpes, de este hecho puede igualmente deducirse, con la inducción del geólogo que, estudiando la base de la montaña, juzga y explica su formación, que nuestros primeros habitantes fueron los que encontramos, al alborear de la Historia, establecidos en nuestra extrema región meridional.
domingo, octubre 09, 2005
IV
LOS YAPIGAS
El vasto territorio que, por la costa del Adriático, se extiende desde el cabo de Leuca hasta el promontorio del Gárgano, y comprende hoy la tierra de Otranto, de Bari y la Puglia, llevaba antiguamente el nombre de Yapigia, y comprendía cinco principales regiones, entre ellas la Mesapia, llamada luego Calabria por los latinos, que nos ha transmitido muchas inscripciones, todavía indescifrables.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
El artículo sobre los yapigas nada agrega al texto de Mommsem, no pasa de ser una reproducción.
Mucho de lo que el autor, Francisco Bertolini, escribe está basado en una reproducción de la opinión de Mommsen...sin embargo, el italiano agrega una visión nacionalista a la étnica fomentada por el historiador alemán.
Publicar un comentario